Libro nuevo, original y sellado. Ayuno racional Rejuvenecimiento fisico, mental y espiritual 116 páginas tapa blanda Ediciones Chakravarti 2022, Argentina El ayuno ha sido siempre la más natural de las curas, la que la naturaleza impone por instinto a los animales, y la que el hombre ha utilizado desde el principio de los tiempos. Sin embargo, su teoría no está lo suficientemente clara, ya sea porque no se ha estudiado lo suficiente, o porque las distintas versiones aportan más confusión que claridad. Arnold Ehret fue no sólo el hombre que más lo ha estudiado, sino que lo ha hecho el centro de su sistema para recuperar la salud y lo ha popularizado en la época moderna aportando seriedad y racionalización a su estudio científico y a su aplicación terapéutica. Para Ehret, como lo expone en su Sistema curativo por dieta amucosa, todas las enfermedades tienen un denominador común: la acumulación de mucosidad, causada mayormente por la incapacidad del organismo de digerir totalmente las sustancias que le sirven de alimento. En todas las enfermedades, sin excepción, existe en el organismo una tendencia a segregar mucosidades, y en caso de las de grado más avanzado pus (o sangre descompuesta). Esta secreción de mucosidad es el principal factor del malestar, no pudiendo los órganos segregativos dar abasto en su eliminación. Es en primer lugar la dieta amucosa la que permite al organismo combatir esta acumulación patológica, y sobre todo el ayuno el que permite liberar toda la energía digestiva para atacar a las materias mucosas acumuladas excesivamente. El buscar constante y casi exclusivamente la causa de enfermedad en un agente externo o en un factor hereditario es casi tan supersticioso como la antigua creencia de demonios como agente causante de enfermedad, por más que la ciencia moderna se desenfoque esforzándose en buscar lo microscópico para explicar lo que puede verse más sencillamente en el conjunto. Ehret ha ideado un sistema de ayuno adecuado a cada situación personal, pues la función de autocuración del organismo que se busca reforzar no puede tener los mismos tiempos ni la misma intensidad para las muy variables circunstancias de cada individuo, pudiendo resultar incluso perjudicial forzarla sin tener en cuenta el ambiente en el que actua. Para una persona habituada a la vida sana y desintoxicada, una ayuno estricto puede ser muy beneficioso, pero perjudicial para alguien muy intoxicado. Para alguno puede servir mejor el ayuno intermitente y para otros simplemente será conveniente comenzar gradualmente con una dieta amucosa. Finalmente, Ehret ha ido un poco más allá que la explicación meramente materialista al dar una significación superior a una práctica que ya tradicionalmente ha estado asociada a prácticas espirituales. Él afirma que el ayuno puede ayudar también a la claridad mental y fortaleza de ánimo. Cuando el cuerpo está libre de toda clase de desperdicios y de venenos, el organismo humano funciona sin obstrucciones por primera vez en su vida. La elasticidad del entero sistema celular le imparten una vibración enteramente diferente y le dan una eficiencia que nunca había tenido. Esta “Vitalidad” se transforma en “Poder”; de manera que es posible alcanzar un estado físico, mental y espiritual más elevado. A esto ha llamado “Ayuno Superior”. Aun hoy, cuando hay tantas afirmaciones “científicas” como supuestas refutaciones sobre un mismo tema, hasta tal punto que la gente termina “conociendo” lo que se adecua a sus deseos y preconceptos, el mensaje de Ehret sigue siendo igual de valioso como herramienta de análisis o como tratamiento para aquellos que están en busca de la verdad y pueden reconocer y aceptar hechos sobre la base de experiencias reales sin molestarse en cuestionar quién los proclamó y si la mayoría está de acuerdo con ellos o no está de acuerdo con ellos.