Libro nuevo original y sellado No existe ningún acto que se encuentre más ligado a la vida que el respirar. Respirar es vivir. La respiración puede considerarse como la más importante de las funciones del cuerpo, porque de ella dependen indudablemente todas las demás. Aún más, puede decirse que es el hábito correcto de respirar uno de los más importantes sostenedores de una buena salud. En tiempos en que se intenta prohibir a la gente respirar correctamente poniéndole un trapo sucio tapando boca y nariz con el supuesto fin de "protegerlo", nos viene bien recordar que una buena respiración llena de energía todo nuestro cuerpo, y nos provee de una abundante vitalidad e inmunidad contra las enfermedades. Un control inteligente del poder de respirar prolonga nuestros días sobre la tierra dándonos una mayor resistencia, mientras que una respiración descuidada tiende a disminuir nuestra vitalidad y nos coloca en condiciones de ser presa de las enfermedades. Esto que la ciencia occidental reconoce, es estudiado y practicado desde hace miles de años por una larga cadena de sabios que perpetúan el saber tradicional. Desde la más remota antigüedad han existido en la India y otros países orientales personas que consagran su tiempo y atención al desarrollo físico, mental y espiritual del hombre. La experiencia adquirida por varias generaciones de diligentes investigadores ha sido transmitida durante siglos de maestros a discípulos y gradualmente ha ido elaborando una ciencia yoghi perfectamente definida. La “Ciencia de la respiración”, aunque se ocupe en principio del desarrollo de lo físico, posee también su lado psíquico, para terminar penetrando en el campo del desenvolvimiento espiritual, en tanto que estos no son compartimientos estancos sino que constituyen una unidad superior en todo ser humano, siendo la armonía el ideal a alcanzar y no el desarrollo independiente. Mientras que las enseñanzas occidentales demuestran que la salud física depende esencialmente de una respiración correcta, los maestros de oriente no sólo admiten que sus hermanos occidentales tienen razón, sino que también sostienen que además del beneficio físico derivado de una respiración normal, el poder mental del hombre, su felicidad, el dominio sobre sí mismo, claridad de vistas, moralidad, y aun su crecimiento espiritual, pueden ser aumentados penetrándose de la ciencia de la respiración. Muchas escuelas de filosofía oriental han sido fundadas sobre esta ciencia. Esta obra tratará de la ciencia yoghi de la respiración, que incluye todo lo que es conocido por el fisiólogo e higienista occidental y lo enriquece con el aspecto oculto del asunto. Pues si bien está familiarizado con todo lo que su hermano científico occidental conoce sobre los efectos fisiológicos de una respiración correcta, sabe también que hay algo más en el aire que oxígeno, hidrógeno y nitrógeno, y que la simple oxigenación de la sangre no es el único fenómeno que se produce al respirar. Conoce algo acerca de prana que sus hermanos de occidente ignoran y está al corriente de la naturaleza y manera de manipular este gran principio de energía; está perfectamente informado de sus efectos sobre el cuerpo y la mente humana. Sabe, sobre todo, que con una respiración rítmica se pueden colocar en vibración armónica con la naturaleza y ayudar al desenvolvimiento de sus poderes latentes, y que contraloreando su respiración no sólo puede curarse a sí mismo y a otros, sino también desterrar el temor, las preocupaciones y emociones inferiores. Hoy, cuando asistimos a una cada vez mayor atención en el arte de respirar, es buen momento para volver a traer a escena el trabajo pionero en este asunto, y tal vez insuperado dado la simplicidad y el pragmatismo de sus enseñanzas. Con "Ciencia Hindú Yogui de la Respiración" Ramacharaka ha logrado condensar una milenaria tradición y una gran cantidad de prácticas yogui en tan sólo unas pocas páginas, de modo tan sencillo y claro que puede ser entendido y practicado por cualquier persona que desee acercarse a este maravilloso acervo de sabiduría y practicar ejercicios simples que de seguro marcarán un cambio en su forma de vida. Ha regalado al estudiante occidental los principios fundamentales de la ciencia de la respiración, conjuntamente con muchos de los ejercicios y métodos preferidos por los yoguis. Ha demostrado que la idea occidental se puede complementar con la oriental. No sólo ha dedicado una parte de la obra al aspecto físico de la ciencia de la respiración, sino que ha incluido también los aspectos psíquicos, mental y, finalmente el espiritual. Enseñarlo al mundo es el objeto de la obra.